viernes, 16 de enero de 2009

DIEZ AÑOS DE INJUSTICIA CRIMINAL.




El 26 de diciembre de 1958 el Coronel Florentino Rosell Leyva, Jefe del Tren Blindado enviado por Fulgencio Batista para frenar el avance de las fuerzas que lo combatían, enterado por medio de un familiar suyo que iba a ser detenido porque no abordó el mismo al salir de La Habana, le robó el Yate de Recreo al humorista Federico Piñero y corrió a territorio norteamericano con el dinero de los 450 hombres bajo su mando y algo mas, Batista indignado mandó a un Piloto de Aviación a hundir al Coronel traidor…pero el precavido Piloto huyó también a Estados Unidos, claro está, con su nave aérea, fueron ellos, quizás, los primeros cubanos que entraron de manera ilegal a Estados Unidos durante la estampida que provocó el triunfo revolucionario cubano de enero de 1959.

Cuando batistianos, asesinos, politiqueros, torturadores, malversadores y burgueses asustados supieron que el Che y Camilo eran casi dueños de Las Villas y el Ejército Rebelde de Oriente, se inició un avalancha de estos personeros hacia Miami que fue mas intensa, cuando el 1 de enero de 1959 supieron que Batista había huido. Elementos de muy diversas características huyeron a EUA lo que dio origen, un tiempo después, a la asesina Ley de Ajuste Cubano.

Estas personas empezaron a conspirar de inmediato para derribar el gobierno cubano, crearon cientos de Organizaciones revolucionarias desde la Rosa Blanca, hasta Alfa 66, Hermanos al Rescate, Movimiento de Recuperación Revolucionaria, etc. etc. Estas organizaciones no tenían, ni tienen carácter oficial, no son entidades del gobierno de los Estados Unidos. Su fin declarado era y es derribar el gobierno legítimo de Cuba utilizando para ello cualquier procedimiento: Atentados a líderes de la revolución, guerra biológica, destrucción de aviones de pasajeros en pleno vuelo, sabotajes de todo tipo…

Es ante esta grave situación y la tolerancia hipócrita del gobierno yanqui, que numerosos cubanos y cubanas penetraron esas organizaciones terroristas para informar a nuestro gobierno de sus siniestros planes y neutralizarlos, labor que ha permitido evitar, por ejemplo que nos volaran la Plaza del Che, el Cabaret Tropicana o el Paraninfo de la Universidad de Ciudad Panamá en donde hablaría el Líder de la Revolución Cubana ante miles de estudiantes, y profesores. En los tres casos que tomamos como ejemplo patriotas que actúan desde las entrañas del monstruo evitaron, no sólo que derribaran la escultura del Che de 20 toneladas sino que murieran en el sabotaje niños, mujeres, ancianos, turistas, visitantes, entre los cuales podían estar tus amigos o familiares, impidieron los patriotas que siguen allá y no presos necesariamente, que un salvaje llevara una latica del poderoso explosivo C-4 y destrozara los cuerpos de miles de personas procedentes de todos los continentes mientras disfrutaban del famoso Cabaret Tropicana, también nos evitaron que despedazaran a miles de participantes en aquel acto en que estaría la Delegación cubana a la Cumbre Iberoamericana efectuada en Panamá.
Ustedes comprenderán que el C-4 no se compra en una Farmacia, ese potente explosivo sólo está en poder del gobierno de los Estados Unidos sus dependencias y otros gobiernos.

Sin embargo para salvajes como el, desafortunadamente villaclareño, pediatra Orlando Bosch las personas a asesinar son comunistas, estamos en guerra y, por tanto, se puede lo mismo derribar un avión que atacar un submarino según él ha declarado públicamente ante la tele de Miami…y todo parece indicar que para el Gobierno Norteamérica también.


En 1995 el FBI detectó a varios cubanos que se dedicaban a obtener información sobre los proyectados ataques de esas organizaciones terroristas, que el gobierno norteamericano oficialmente, no reconoce, pero a las que toleran, entrenan y financian en secreto. Entre esos cubanos estaban René, Gerardo, Fernando, Antonio y Ramón. Durante cerca de 3 años el FBI los había controlado de cerca, comprobando que los mismos no recopilaban ninguna información del gobierno de Estados Unidos, que ellos sólo se interesaban por evitar sabotajes en los que podían morir atrozmente asesinados cubanos, norteamericanos, etc, constataron por tanto que no eran espías, pues se entiende por tal al que busca datos secretos de un gobierno para entregarlos o venderlos a otro gobierno. Por razones muy sencillas a nosotros no nos interesan cuantas armas nucleares tiene Estados Unidos, pues sería estúpido dedicarnos a eso, nos basta con saber que las tienen, que tienen otras y planes que ellos han hecho públicos.

Eran por tanto Agentes del Pueblo de Cuba que estaba necesitado de conocer los sabotajes diabólicos de monstruos como Luís Clemente Posada Carriles para evitar a nuestro pueblo y a otros pueblos el dolor que significa ver asesinados a personas inocentes como sucedió con el joven italiano Fabio Di Chelmo.

En la madrugada del 12 de setiembre 1998, luego de tres años de chequeos, fueron brutalmente detenidos simultáneamente esos 5 hombres que hoy día llenan de gloria a Cuba y de ignominia al gobierno de Estados Unidos. En un juicio lleno de muchas más irregularidades que las que sufrieron los cubanos juzgados por Batista por los sucesos del 26 de julio de 1953, los 5 fueron sancionados a penas increíbles ante el asombro de todas las personas honestas del mundo, pues los nuestros, con mucha dignidad, no se prestaron al juego de la Fiscalía según la cual si cooperaban con la misma, o sea si declaraban en contra de su país, no serian condenados.

Las condenas desproporcionadas se dictaban no sólo contra 5 cubanos dignos sino contra los cubanos, y sus gobernantes, se hacía para satisfacer a los mafiosos que llevaron a W Busch al poder, violando, sus propias leyes, así como los antecedentes existentes en estos casos. Las penas impuestas y todo el procedimiento penal fue criticado por una Organización jurídica de prestigio pues forma parte del sistema de las Naciones Unidas.
A esas penas enormes se ha unido el castigo de no poder ver a sus familiares, de estar prisioneros en cárceles muy alejadas unas de otras para dificultar las gestiones de nuestros diplomáticos allá, así como para provocarnos más gastos y crearnos mas dificultades.

Han impedido las visitas de esposas e hijos a los que los tienen, pero hay un detalle terriblemente trágico: Gerardo y Fernando no tiene hijos, y quizás ya nunca puedan tenerlos pues en el paraíso de la democracia, de la cultura y de la civilización no existen posibilidades de hacer vida íntima las parejas como en Cuba y en casi todos los países lo que constituye una de las muchas sanciones adicionales.
¿Cuál es la situación actual? Pues se han revocado las sanciones a Fernando, Ramón y Antonio y su expediente ha sido reenviado a la jueza de Miami Joan Lenard, la misma de antes, para que dicte nuevas sentencias por lo que no hay mucho que esperar. Entre tanto a René y Gerardo les han sido ratificadas las sentencias.

Que hay que hacer? Por todos los medios a nuestro alcance hacer llegar a todos los lugares posibles la verdad sobre los 5. En este momento hay en el mundo, en todos los continentes, centenares Comités de Solidaridad en más de 100 países. Sólo cuando el pueblo de los Estados Unidos conozca la verdad los 5 serán liberados, porque nadie lo dude, volverán.

Ustedes de seguro, conocen la terrible devastación que hay en Cuba actualmente, las imágenes que hemos visto muestran la destrucción producida de un extremo a otro de la isla grande como resultado de tres huracanes de gran intensidad, de las cosas que conmocionaron a Cuba está el mensaje enviado por uno de los Héroes que dice entre otras cosas:
Duele hondo ver destruido el resultado del trabajo de generaciones, y a la impotencia por la injuria personal de los últimos diez años se suma la de tener que vivir desde aquí el desgarrador drama que hoy sufren ustedes.

Ante ejemplos como el de los cubanos dignos de hoy que aquí dentro hacemos todo lo posible por recuperarnos y el de los cinco Héroes de la República de Cuba no caben dudas de dos cosas: Volverán y Venceremos.

Texto: Lic. Arístides Rondón Velázquez.
Historiador.

Digitalización: MSc. Alfredo Artiles Rodríguez.

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