martes, 18 de mayo de 2010

El País no le publica a Silvio.


El País no le publica a Silvio.
Esta carta no le fue publicada a Silvio por El País, por su intención, perdón, por su extensión.
Disfrútela.
Un grupo de artistas y escritores españoles ha lanzado una plataforma para democratizar a Cuba. Y cuando un cubano opina diferente, decretan que sus argumentos son cortinas de humo de la dictadura que padece y lo comparan con los franquistas. Pero los dioses parecen haberles castigado. Porque, precisamente por haberse atrevido a investigar los crímenes del franquismo, el Consejo General del Poder Judicial acaba de suspender al juez Baltasar Garzón de la Audiencia Nacional de España. Esta sentencia es un golpe durísimo a una democracia desde la que se pretende juzgar o mandar a juzgar los supuestos defectos ajenos, pero ojo con quien toque a los propios.
El veto a Garzón, considerado un héroe, ocurre en el mismo país que hace pocos años dio al mundo una verdadera lección de democracia, al votar contra el partido gobernante que los metió en una guerra injusta, haciendo oídos sordos a enormes manifestaciones populares. Personalmente no me explico cómo estas personalidades han llegado a la conclusión de que la política hacia Cuba debe ser la del aislamiento y el bloqueo. Es como si desconocieran que hace medio siglo esa misma política no ha logrado mover ni un milímetro la determinación de la mayoría de los cubanos.
Por otra parte, los cubanos también queremos cambios, pero consensuados por nosotros. Esas transformaciones ocurrirán más temprano o más tarde y la única política capaz de acelerarlas es el fin del bloqueo. Todo lo que se nos haga con asedio y presiones no podremos considerarlo a nuestro favor, sino como un insulto a nuestra autodeterminación, una injerencia inadmisible en nuestras vidas. Tantas agresiones y amenazas nos han enseñado que la supervivencia pasa por una sociedad orgánica, íntegra, indivisible. Así hemos salido airosos de embates artificiales y naturales. Pero sabemos que somos el resultado de un apremio, por vivir acosados. No creemos en un gobierno centralizado para siempre. Más bien solemos verlo como un concepto de emergencia, un mal necesario que el camino de la emancipación nacional nos ha impuesto para sobrevivir. El fin del bloqueo nos despejará profundamente, creando condiciones para que avancemos también en el concepto democrático. Subrayo que no quiero decir que sólo sin el bloqueo seremos más democráticos, sino que estoy seguro de que así lo conseguiremos más pronto.
La flamante plataforma propone aislar aún más a Cuba y agravar nuestra ya precaria economía. Pretende convencer al mundo de que la asfixia resolverá nuestros problemas. Su hipotético éxito significaría mucho más sufrimiento para nuestro pueblo, que lleva medio siglo enfrentando todo tipo de dificultades. Nuestra larga experiencia en “propuestas” foráneas nos dice que esta acción no es más que un nuevo artilugio para obligarnos a hacer lo que otros consideran que debemos hacer. Partiendo de que se trata de personas bien intencionadas, no sé cómo no entienden la ofensa de pretender que nos volvamos como ellos, con las reservas que despiertan esas democracias de banqueros ladrones y ejércitos ocupantes. Para colmo, cuando respondemos que no estamos de acuerdo, pretenden negarnos el derecho a que se nos escuche, porque todo lo que no razone como ellos -dicen- viene contaminado de dictadura.
Capitaneados por un gran escritor peruano con un largo historial reaccionario, ciertos intelectuales españoles han decidido gastar más horas elucubrando cómo hacernos daño que investigando hasta qué punto viven en una democracia. Algunos parecen más preocupados por Orlando Zapata -un hombre que tuvo el valor de escoger su propia muerte y enfrentarla-, que de los más de cien mil españoles asesinados en la era de Franco. Es triste ver lo poco que les interesa profundizar en la realidad cubana, cuando sus conclusiones son las mismas que las de los peores enemigos de nuestra dignidad. Por eso acabo admitiendo que esta página efectivamente es una cortina, no de humo pero sí de albahaca, contra la fetidez de su pretendida salvación.
Silvio Rodríguez Domínguez,
La Habana, 15 de mayo, 2010.

Silvio, España y su País.


Silvio, España y su País.
Tengo en la lejana España varias personas que me son entrañables, cubanos incluidos. Ahora recuerdo a Eva, jurista que labora en Madrid y a la que, llegado el caso, quiero como defensora pero no como Fiscal. Es una joven rectísima. Estas amistades son un ejemplo de la secular relación España Cuba.
No nos apena proclamar que son nuestros ascendientes, aunque nosotros no los llamamos en 1492 pues aquellos peninsulares destrozaron estos lares. A uno de esos españoles amigos le dije en una ocasión que sus abuelos nos habían hecho mucho daño y con impresionante sagacidad me respondió: Mis abuelos no, los vuestros. Son inteligentes los españoles.
Entre las cosas iníciales que Fidel indicó a los cubanos fue que leyeran no que creyeran. Eso hemos hecho. Francisco Franco fue un dictador, hombre que tiene sobre su memoria mucho lodo. Sin embargo, los cubanos le reconocemos que no cedió ante Estados Unidos de Norteamérica para destrozar la nación cubana.
Los que solicitan a Europa y Estados Unidos incrementar las medidas represivas que asfixiarían por hambre a los cubanos no hacen nada distinto de lo que hizo, a fines del siglo XIX, Valeriano Weyler y Nicolau, marqués de Tenerife. Aquella salvaje reconcentración, que es válida como medida de guerra cuando se asegura la vida de los desplazados, costó a los cubanos más de 300 000 muertos y sufrimientos espantosos. En Santa Clara, desde donde escribo, casi desapareció la población.
El cultísimo peruano que encabeza la denominada Plata + Forma deben conocer ese. Y sus seguidores también. Por lo que deben saber que ni aun así pudieron doblegar a este pueblo. ¿Olvidaron ese detalle? ¿Ignoran que aquello y esto califica como genocidio?
Para mi estos señores son peores que Weyler, y creo, honestamente que Francisco los condenaría. Que pena que allí haya nombres de personas de insoslayables méritos artísticos que se han aliado a los enemigos de los cubanos.
Todos estos patrocinadores deben ajustar sus relojes, ubicarse adecuadamente en tiempo y espacio; ni estamos en 1897 ni Nuestra América es la de hace 201 años.
Nuestro Silvio Rodríguez ha sido silenciado por El País porque, como José Martí, Silvio está con los pobres de la tierra. Si Silvio hiciera una Propuesta Contrarrevolucionaria de 50 páginas la gerencia del diario realizaría una Edición Especial y de seguro colmarían de halagos al Artista. No lo conseguirán. Silvio ha resistido más de un bloqueo y está muy firme al lado de Cuba. Dice lo que piensa, como indicó Martí, porque Silvio es un hombre honrado.
El mundo debe saber que silenciar a Silvio Rodríguez Domínguez es silenciar a millones de cubanos. Lo que no le publicaron a Silvio está en este blogs. A su alcance, Lea y comente no sobre Silvio, sino sobre El País. Los cubanos lo agradecemos.

lunes, 17 de mayo de 2010

¡Me ha llegado el final…!


El 20 de abril pasado llegué a mi cumpleaños número 65, y casi dos meses antes, el 1 de marzo de 2010 había cumplido 45 años de ejercicio como maestro o profesor, entre otras tareas llevadas en el sector educacional, siempre en Cuba. 45 años de trabajo ininterrumpido en el mismo sector es muy bonito, cumplir 65 años no tanto.
En estos 45 años he tenido logros significativos traducidos en medallas, sellos, diplomas, distinciones, etc. Pero lo mejor de todo es encontrarme un antiguo estudiante con la invariable pregunta ¿no se acuerda de mí?, en un hermoso gesto que hace olvidar las canas.
He trabajado durante 20 años en la Universidad de Ciencias Pedagógicas Félix Varela ubicada en Santa Clara, Villa Clara. Fueron mis años más productivos. Al irme de aquí lo hago con la nostalgia que suponen los finales y el dolor que implica, a veces, descubrir cosas nuevas. Desde esta Universidad he escrito todo lo publicado. Ignoro si se me permitirá seguir haciéndolo. Hay límites incuestionables y yo los respeto.
La expectativa de vida es ahora casi 80 años, trataré de seguir siendo útil, muy útil, en los años que me resten en este planeta cada vez más vulnerable.
Fui a la oficina de seguridad social a recibir la chequera, que nunca he deseado, y mientras esperaba recordaba aquel 1 de marzo de 1965 en que mi padre me llevó a la escuela Argelio Puig Jordán, bien alejada de la ciudad, a iniciarme como maestro. Había muchachas de mi edad y muchachones. Eso trajo algún que otro problemita intrascendente, grato de recordar. Recordaba a muchos alumnos, pero sobre todo, a uno de primer grado, atendía de primero a sexto, muy educado y formal al cual al preguntarle como se llamaba respondía invariablemente:
-Yo me llamo Agustín Desiderio Cecilio Parra. Hace 45 años y lo estoy oyendo así como ofreciéndole disculpas pues, en más de una ocasión, le pregunté lo mismo para escuchar su impecable respuesta. Debe residir en Holguín. Él, o uno de sus hermanos, es médico en el Hospital Lenin de esa ciudad.
En la mencionada oficina estábamos 3 personas de la Universidad Félix Varela por la misma razón. Yo debía encontrarme a las 3.30 con el luchador revolucionario argentino Raúl Huidobro. Estaba apurado. Mis dos compañeras me pidieron que aceptara ser el primero, por ese compromiso.
Me atendió una mujer joven, bella, de quizás 30 años, rubia cuyos hermosos ojos me miraban como a un padre. Me dijo: Ha venido usted muy elegante. Se jubila en virtud de la Ley No. 90, su chequera es de 625 pesos que cobrará a partir de mayo próximo.
Me disgusta la palabra chequera, le dije, a lo que ella respondió: bueno la forma de pago. Me quedó fuerza para decirle: Te deseo que llegues a mi edad con esa mirada tan linda. Gracias. Hasta luego a todas.
Al siguiente día me encontré con una de las dos compañeras que estaban en el mismo trámite; Lidia Ruíz que me dijo:
Cuando te fuiste la muchacha nos dijo: él no se acuerda de mí, pero yo sí porque ese fue mi mejor Profesor de Historia de Cuba en la Universidad. Temblé. Sé que mis ojos brillaron un tantico. ¡Si yo pudiera volver a la escuela campesina, con mi padre, y encontrarme con Agustín Desiderio Cecilio Parra!

miércoles, 12 de mayo de 2010

20 0 años…no es nada!



20 0 años…no es nada!
El año 1810 tiene especial significación para nosotros debido a que al ser destronado Fernando VII se creo una grave situación en España la que al ser conocida aquí, tiempo después, dio lugar al surgimiento de las Juntas de Gobierno ante el vacio de poder existente, fueron la cimiente de nuestras luchas independentistas que ya en 1823 había concluido con la notable excepción de Cuba y Puerto Rico debido a la presión ejercida por el gobierno de USA en aquel lejano congreso celebrado en Panamá. La misma persiste pero ahora hablemos de fiestas no de duelos centenarios.
El 25 de mayo sucedieron hechos de excepcional relevancia en la historia Argentina: ese día cruzaron el Rubicón e iniciaron un período de lucha que los condujo a la independencia total hace 200 años. Es una celebración cont inental.
Venezuela, Argentina y Brasil son, por razones históricas, culturales, económicas, geográficas, entre otras, como hermanas mayores de los demás pueblos de Latino América y el Cribe. Claro que no ignoramos que Haití es el pionero de nuestras repúblicas y, desafortunadamente, la más sufrida de estos pagos.
La República Bolivariana de Venezuela marca pautas en el continente por la actitud de su gobierno y su pueblo con la demás naciones hermanas a las que la naturaleza no favoreció con yacimientos petrolíferos, Argentina ha brillado en la comunidad internacional en la que ha actuado con ejemplar tino la presidente de ese país, por ejemplo, cuando los sucesos de Honduras expresó la posición de su gobierno de manera valiente, lúcida e inteligente, Brasil, el coloso al que alguna vez el gobierno norteamericano quiso convertir en un subimperio ha dado muestras de ejemplaridad en varias ocasiones, como en el caso de Zelaya. Lula ha ganado, como presidente de su país, un enorme respeto de la comunidad internacional. Los tres Presidentes, por ser amigos de Fidel, son amigos de los cubanos. Sin embargo, siento especial respeto por la Mandataria argentina, la cual estremeció a millones de personas que seguimos su intervención en la OEA cuando el golpe fascista a Zelaya ( y al ALBA) dado por la derecha norteamericana. No es un criterio partidista, se trata de que es una brillante mujer latinoamericana, como todas nuestras mujeres, cuidadosa de la excelencia y prestancia de su apariencia.
Al celebrar la República Argentina sus primeros 200 años yo recuerdo a muchos amigos argentinos: Don Ernesto Guevara, Alberto Granado (sin s, exige Granado) Calica Ferrer, Ana María Erra Viuda de Don Ernesto Guevara, Bustos, Alex, Natalia, Bárbara, la exquisita cancionera, Aníbal, Martín Sharples el deportista fabuloso, Martinete, Diego, Valeria, Raúl, Agustina, Mariano, Gabriela, Jessica, Gonzalo, Hugo, Guillermo Tamarit, Francisco…tantos más afortunadamente.
De ellos tengo relaciones muy familiares con Diego Martín al cual debo que todo esto que escribo, se suba a los blogs correspondientes, pues tengo problemas con el acceso a Internet por las razones ya conocidas y que no tienen nada que ver con prohibiciones de mi gobierno. En reciente dialogo con Martinete, así le digo, lo pinché diciéndole que por qué ellos no ponían a las pibitas y pibitos a custodiar las urnas electorales, como nosotros, y me respondió riendo, entre otras cosas, que allá había 100 partido. Esa ha sido la desafortunada estrategia que nos hemos dejado imponer: la división en facciones.
Argentina pudiera producir alimentos para abastecer al mundo ¿Qué es necesario para ello? Que lo respondan mis hermanos y hermanas de allá.
Para mí han sido noticias fabulosas que Lula presida la nueva organización continental y que Kirchner presida UNASUR. Se reconoce así la labor desarrollada por dos Mandatarios ejemplares. A veces, desde aquí, quisimos que hicieran más, que sus pasos fueran más rápido, pero desde aquí sabemos que anduvieron.
A mi amplia familia argentina de manera especial, a todos los hermanos y hermanas de allá va el deseo sincero de este cubano de que la República Argentina siga transitando senderos luminosos, que no haya nunca más un desaparecido, que haya más justicia social y, si no es mucho pedir, deseo que Luisina, Olivia y Camilo puedan llevar a sus hijos a conocer Las Malvinas como parte indiscutible de su Patria. Será una afrenta que no sea así…para el Reino Unido.

martes, 11 de mayo de 2010

¡Nos obligaron a desfilar!


¿No lo cree usted? Pues así es. Fueron tantas las infamias de europeos unidos, blogueros desunidos, damas blanquecinas vendidas, imperialistas azuzando, periodicuchos que no debían serlo que tuvimos que inundar las Plazas de todo el país para que nos pudieran ver…pero no nos vieron.
Ante silencios como ese los cubanos honestos nos preguntamos ¿cómo El País informa en primera plana sobre una ridícula manifestación de 10 ó 12 damas y no sobre millones de cubanos vestidos con los colores de nuestra bandera este primero de mayo? Ellos y sus amos nos obligaron a decirles a los dos: Cuidado, Compa que Cuba no es….
Quede claro que los cubanos no queremos guerra porque la conocemos muy bien ya que la iniciamos en el lejano 1868 y , en rigor, no la hemos concluido, sin embargo, conocimos la libertad desde 1959 y quien disfrute el sabor de la misma ya no será esclavo nunca. ¡Nunca!
Por eso afirmo que nuestros enemigos nos obligaron a desfilar, ellos, no nuestro gobierno. A veces pienso que es imposible que haya en el mundo quien de por cierto que a los cubanos se nos obliga a ir los actos multitudinarios.
Veamos: En Santa Clara desfilamos 150 000 personas frente al Che y nuestros dirigentes ¿Usted imagina cuantos policías harían falta para mantenernos cantando, bailando, con los niños nuestros cargados para que vayan aprendiendo, gritando consignas, portando pancartas, banderas, etc? Hay que ser extraordinariamente cínico para decir que nos obligan y, con todo respeto, tremendamente estúpido para creerlo.
Pero ellos, los cínicos, tienen el poder mediático.
Entretanto nosotros tenemos todo lo bueno que hace falta tener para defender una obra colosal, sin alardes, a cualquier precio. Nos preparamos para apoyar la actualización de nuestro modelo económico acorde con las exigencias actuales. Por ahora me enorgullece que aquí en Villa Clara, la del Che, hay menos mortalidad infantil que en cualquier país de la Unión Europea o de Estados Unidos…y hay muchos otros ejemplos.-