martes, 17 de agosto de 2010

Gerardo Hernández Nordelo = 45 – 12.


Este cubano nació en La Habana el 4 de junio de 1965 y como es conocido por cualquier persona medianamente informada, en 1998 fue apresado por órdenes del FBI y más tarde condenado a dos cadenas perpetuas y 15 años de prisión, no es nada más que una astuta maniobra, de las que hubo muchas en el juicio, para dificultar la labor de la defensa. Se le puede eliminar una cadena perpetua como resultado de bien fundamentadas apelaciones, pero quedará otra, y como sólo tenemos una vida…
Gerardo es, de los cinco Héroes de la República de Cuba, el que ha sido víctima de mayor ensañamiento de la justicia norteamericana, o mejor de la injusticia.
Acusado de varios graves cargos, ninguno de los cuales le fue probado, la brillante defensa de que ha sido objeto ha puesto en entredicho a jueces venales que han prevaricado conscientemente al no tener en cuenta, por ejemplo, los testimonios de generales como Charles Whilhem y Edward Atkinson, el almirante Eugene Carol y el coronel George Buckner que aseguraron que Gerardo y sus compañeros no tuvieron acceso a información clasificada alguna. Incluso un ex director de la CIA James Clapper, testigo de la fiscalía, reconoció ante la Corte que los acusados no habían realizado espionaje contra el gobierno de Estados Unidos. Hecho bárbaro: estos testimonios, de quienes ocuparon altos cargos del gobierno yanqui, no fueron tenidos en cuenta.
Organismos internacionales han declarado que durante el proceso judicial, que concluyó con la imposición de desmesuradas sanciones, se puso en evidencian la parcialidad de quienes administran justicia. Y mucho más.
De los 45 años de vida de Gerardo, Licenciado en Relaciones Políticas Internacionales, artista de la plástica, Premio Internacional Benito Juárez, escritor, casado con Adriana Pérez hace casi 20 años, sin hijos, ha pasado en prisión, frecuentemente en condiciones infernales, 12 años. O sea, ha vivido sólo 33 años. Significativa edad para los cubanos.
Los años que Gerardo ha estado en prisión no los ha vivido, ni él ni sus familiares más allegados. ¿Cómo una madre o una esposa van a vivir sabiendo al hijo o al esposo en una celda de castigo en condiciones similares o peores a las que usó Batista, Pinochet y otros de similar catadura moral?
Hace varios años falleció su padre y claro que el no pudo darle el beso póstumo por estar entre rejas; antes había fallecido una hermana y no pudo asistir a los funerales pues ya estaba protegiendo inocentes de una muerte terrible desde las entrañas de bandas terroristas que actúan impunemente en la Florida.
En estos días cuando se nos advierte de una posible conflagración nuclear, de la que no escaparemos en esta parte del mundo, en buena medida, se nos da la esperanza de que pronto tengamos a los Cinco en Cuba. Para mí será como recibir a hermanos porque ellos han actuado como tales todos estos años.
Para el gobierno de Estados Unidos de América será la posibilidad de rectificar una gran injusticia, que los cubanos agradeceremos mucho por los Cinco y, permítaseme ser absolutamente franco, sobre todo por esas ancianas madres que quedan aun y que no morirán sin ver a sus hijos libres. Quizás los Cinco puedan esperar algunos años pero esas Madres Cubanas que han sufrido esas ausencias ya no resistirán mucho más.
Gerardo es un cubanazo, dueño de un especial sentido de la vida. Ha tenido, quien sabe por qué extrañas circunstancias (de la vida que no conocemos), un avecilla que él ayudó a crecer y con especial sentido nombró Cardenal. El pajarillo provocó preocupaciones en los carceleros. Hasta donde he sabido Cardenal sigue con Gerardo. La avecilla menuda que acompaña a Gerardo simboliza lo mejor de la humanidad…no todo está perdido…

viernes, 13 de agosto de 2010

Un nuevo libro de Mariano Garrido.


Mariano Garrido, Maestro, Periodista, Escritor y amigo argentino nos entregará muy pronto otra arma de combate: eso es un buen libro en manos de un lector agradecido. De Mariano no puede venir una obra que no sea virtuosa, útil e inteligente.
Mariano Garrido ha realizado una cuidadosa selección de la obra de 25 poetas que defendieron la España Revolucionaria. Del libro sólo tengo referencias que me han llegado a través de amigos comunes, sin embargo, supongo que allí se podrá encontrar a Federico García Lorca, Rafael Alberti, que vivió muchos años en la República Argentina, y quizás nuestro Nicolás Guillén, entre otros.
En estos tiempos de guerras evitadas y evitables es válido leer estos poemas que recrean el heroísmo de un pueblo en donde está parte de nuestras raíces comunes.
El próximo 14 de agosto, en la Casa José Martí, sita en Manuel Artigas 5711, a las 20.30 será presentado el libro por su autor al que seguro acompañarán personas que me son muy familiares. Estaré, desde Santa Clara, Cuba, cuando acá sean las 21.30 de manera simbólica, en la Casa Martí.
Es un magnífico homenaje de Mariano a José Martí, de quien estamos celebrando los martianos el 110 aniversario de que el Presidente de la República Argentina, Miguel Juárez Celman lo nombrara Cónsul en New York el 24 de julio de 1890.
¡Éxitos Maestro!

sábado, 7 de agosto de 2010

Alberto Granado Jiménez: el hombre que es.


Este domingo Granado celebrará su cumpleaños, 6 años menos joven que su amigo Ernesto Guevara, conserva una vitalidad envidiable junto a su eterna compañera Delia, sus hijos Alberto, Delia, Roxana y una esplendida familia argentina-venezolana-cubana.
Lo conocí a principios de la década de los 80, del siglo que se nos está alejando, en Guanabo. Jugaba dominó con varios amigos cienfuegueros, llegué y lo reconocí, por suerte, lo que le impresionó pues las fotos suyas publicadas eran de cuando era mucho más joven. Unos minutos después la partida se suspendió y se inició una charla que no ha concluido.
Alberto Granado Jiménez llegó a Cuba en los días difíciles del inicio de la Revolución cuando el imperio hacía todo lo posible, y más, para llevarse a todo el personal calificado posible. Muy pronto de los 6 000 médicos con que contaba el país quedaron la mitad, igualmente emigraron profesores universitarios y de otras enseñanzas, técnicos, a todos se les ofrecía en USA privilegios que, por cierto, se mantienen 50 años después.
Es así como Granado debió asumir la responsabilidad de impartir Bioquímica, pero no en la Universidad de La Habana sino en la de Santiago de Cuba. Allí trabajó años y luego desarrolló una intensa y destacada labor científica la que no le impidió doctorarse en Ciencias en 1974.
Alguien, desinformado, pudiera pensar que Granado vino con su mujer y sus dos hijos a Cuba a buscar trabajo o privilegios a la sombra de Ernesto Guevara que por entonces era el Presidente del Banco Nacional. Siempre he dicho o escrito que Granado vino a traernos; no a pedirnos. Renunció a la posibilidad de ser un gran burgués en la populosa Caracas en donde tenía el mejor Laboratorio Clínico de entonces y una clientela muy selecta. Pero Granado no nació para ser millonario, en el sentido de tener muchísimos dólares, porque millonario es ya que millones lo admiramos, lo respetamos y lo queremos por su lealtad a Ernesto y al Che.
Alguien tendrá que escribir la biografía de Granado, sus aportes a la ciencia cubana, a la política, su colaboración discreta con el Che, sus fraternales relaciones de trabajo y amistad con Fidel y otros dirigentes cubanos y de otras latitudes.
La grandeza mayor que tiene Alberto Granado es su sencillez y modestia. Su conducta limpia, pura, desinteresada, honesta. Tengo la suerte de conocer a Granado y a Calica, a Granado más. Calica también quiso venir a Cuba a hacer Revolución, pero ya Ernesto no era, y era, Ernesto. Son los amigos de Pelao, Fuser, Chancho, en fin Ernesto. Eso es un título.
Con la franqueza que caracteriza a Calica reproduce en su libro De Ernesto al Che, que me envió hace años, el mensaje que le transmitió Alberto: Calica, dice el Pelao que si querés ir tenés las puertas abiertas, pero que sepas que en poco tiempo Cuba se declarará república socialista y romperá lazos con el mundo capitalista…Yo no me animé.
Pudiera escribir mucho, muchísimo de Granado, pero sé que a él quizás no le guste. En largas conversaciones con él conocí mejor a Ernesto, antes de ser el Che. Mis encuentros con Granado y sus familiares han sido de las cosas más lindas que me han sucedido en mi ya larga vida. Sin saberlo me ha dado lecciones de inapreciable valor. Granado es grande y su nombre se agigantará con el tiempo.
No hay una sola anécdota hecha por Granado en donde él se sitúe como protagonista. No tengo dudas que debió serlo alguna vez. Dice que lamenta no haberle demostrado a Ernesto cuanto lo quería. Estoy seguro que Ernesto si lo sabía.
Cuando el Che se iba de Cuba fue a Santiago a despedirse de Granado y su familia. Granado lo invitó a ir a una pizzería recién inaugurada junto al resto de su familia. Ya en el establecimiento el Che fue descubierto por el pueblo y no tuvieron intimidad. Petiso Granado ignoraba que su amigo se iba a otras tierras del mundo. ¡Aun lo lamenta!
Hace muchos años estábamos Granado y yo hablando solos en mi casa, humildísima, y me contó con palabras tan tiernas que sólo se le dedican a un hijo que durante el viaje que hicieron ambos cenaron en la casa de del Dr. Pesce, científico notable que los ayudó mucho, insistía en que Ernesto le diera su opinión acerca de su libro recién escrito Latitudes del Silencio. Granado trató de impedirlo mientras cenaban. Sin embargo ya en la puerta para retirarse el Dr. insiste: Pero Ernesto usted no puede irse sin darme su opinión de libro. Ernesto opinó descalificando el libro por completo con argumentos tan sólidos, que Granado, pese a su indignación lo veía como que se agigantaba delante de aquel notabilísimo científico. Se despidieron. Caminaron en silencio. Granado ardía por dentro hasta que estalla diciéndole : vos un mierda el Maestro nos has llenado la panza, nos ha dado dinero, nos ha dado cartas de presentación y lo único que quería era que le dijeras que el libro estaba bueno. Me dijo Granado: Ernesto poniendo una carita así me dijo:
-Pero Mial, vos no viste que yo no quería hablar.
Hay mucho más en este argentino aplatanado, que le encantan los tangos, entre ellos Volver, toda la buena música, buena literatura, el campo, la playa, la naturaleza…la vida.
En su cumpleaños reciba el ilustre argentino, el agradecimiento enorme de este humilde profesor al Profesor Granado, amigo de Ernesto, y de Don Ernesto y Celia, por haberle dado su ciencia y experiencia a Cuba y su Revolución, por haberle sido leal al Che siempre. Y por haber aceptado la amistad de este simple cubano que lo quiere mucho, mucho, mucho.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Los presos políticos en Cuba.


Desde aquellos lejanos tiempos en que éramos colonia de España hubo hombres en Cuba que lucharon por nuestra independencia de la metrópolis. El primero que acude a mi mente es el ilustre presbítero Félix Varela Morales que por preconizar la independencia debió refugiarse en Estados Unidos en el lejano 1823.
Me viene a la memoria también Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo que sufrió en marzo de 1852 un mes de confinamiento en Palma Soriano por un incidente con el gobernador de Bayamo, ese mismo año fue obligado a trasladarse a Baracoa y en 1855 recibió una tercera condena de la que cumplió 5 meses a bordo del navío Soberano en el puerto de Santiago de Cuba. Tanto Céspedes como Varela querían soberanía para lo que ya consideraban su Patria. Ya no eran españoles como lo habían sido sus ancestros. Querían gozar de las libertades a que tienen derecho todos los hombres de la tierra. Claro que hubo muchos más presos políticos en esa etapa previa a la Revolución de 1868. También luego en la llamada Tregua Fecunda hubo presos políticos pues la lucha contra la dominación española sólo desapareció con ella.
Luego José Martí sufrió prisión política. Una prisión política desgarradora descrita por él de manera magistral en su trabajo El Presidio Político en Cuba, un texto imprescindible para conocer por qué los cubanos nos rebelamos contra el colonialismo español. No contra España.
Concluida la Revolución del 95, con la generosísima y no pedida ayuda de los Estados Unidos surgió una república que no era libre pues su Constitución estaba lastrada por la Enmienda Platt, añadida al texto constitucional como apéndice, que no nos dejó soberanía alguna. Eso lo dijeron ellos mismos.
Los cubanos continuamos luchando con más o menos intensidad pues no habíamos renunciado a ser libres, independientes y soberanos, a gobernarnos nosotros mismos a luchar contra gobiernos entregados a los intereses de USA, por ello sufrieron prisión política el brillante joven Julio Antonio Mella, Rubén Martínez Villena, Fidel Castro, Haydee Santamaría,
Raúl Castro, Juan Almeida, Jesús Montané, Armando Mestre, Julito Díaz y muchos más.
Esos eran presos políticos porque luchaban para alcanzar el bienestar de los cubanos, el derecho nuestro a trabajar y a vivir con decoro; asegurar que nuestro país no fuera feudo de un gobierno poderoso que siempre ha ansiado dominarnos. Luchaban para que triunfara una Revolución, única forma de ser libre entonces. Quien se le oponga a una revolución verdadera no es un preso político es un preso contrarrevolucionario por retrogrado.
La lucha de estos hombres no era pagada por ningún gobierno extranjero, no tenían ambiciones personales que los llevaran a enriquecerse a costa del trabajo de millones de cubanos (como hizo Batista), no buscaban posiciones oficiales que les permitieran privilegios. Estos hombres luchaban por hacer en Cuba lo que Martí había dejado inconcluso por haber muerto en combate. Como Martí pensaban que era preferible el bienestar de muchos antes que la opulencia de pocos. El preso político es el que quiere hacer avanzar su sociedad a planos superiores.
Para mí, el más ejemplar preso político del pasado siglo pasado es Nelson Mandela que luchó desde la cárcel decenas de años en donde no lograron desmoralizarlo. Hoy es ejemplo del mundo entero. Ese es un preso político el que quiere avances, no retrocesos.
Hoy en Cuba no hay presos políticos. ¿Puede haber un luchador político que quiera que volvamos a tener: discriminación racial, presidentes ladrones, lotería nacional con el premio mayor en el Palacio Presidencial, centenares de hombres y mujeres torturados y asesinados, miles de niños vendiendo periódicos, centenares de miles de analfabetos, desempleados, hambrientos, explotados?.
Quien luche contra el gobierno cubano actual no tiene las motivaciones de los que combatieron al colonialismo ni a los gobiernos corruptos (con sus matices) de la República Neocolonial de 1902 a 1958.
No digo que el gobierno cubano actual sea perfecto. Es perfectible y anda en pos de eso, sin embargo, que le vamos a criticar ¿que todos los niños estén escolarizados, todos los enfermos hospitalizados, todos los jóvenes estudiando o trabajando, exhibiendo un índice de mortalidad infantil menor que el Estados Unidos? ¿Qué no haya desaparecidos? Seamos francos este es el gobierno de las grandes mayorías.
En el plano personal respeto a quien de forma honesta no acepte el gobierno cubano actual. Es su derecho. Lo que no acepto, ni aceptaré nunca, es que Estados Unidos de Norteamérica insista en crear en Cuba una disidencia política comprada y administrada por sus representantes, de lo que hay abundantes pruebas. Desde el territorio norteamericano vienen millones de dólares para comprar conciencias, o personas sin conciencias que es otra cosa.
Ser preso político es una honra en donde haya un mal gobierno, por tanto debe ser deshonra serlo donde el gobierno se ocupe de su pueblo como lo hace el gobierno cubano, pudiera situar decenas de ejemplos pero sólo citaré uno: cuando hay amenazas de huracán reales dos días antes de que el huracán llegue, ya las zonas en peligro están evacuadas.
Ojalá los que terminaron, desplazados, ahogados o en las fauces de un cocodrilo cuando el Katrina hubieran tenido un gobierno como el mío, yo Juan sin nada no más ayer y hoy Juan con todo.